2008/11/28

Los Caballeros.

Durante los siglos VIII y IX en Europa los únicos guerreros que tenían alguna importancia, los únicos tomados en cuenta, eran los guerreros montados, los caballeros. En el choque de fuerzas montadas, tal y como ocurrió después en las guerras modernas con tanques y barcos, obtuvieron la ventaja mediante una combinación de alcance, de protección y rapidez. El alcance se logro utilizando lanzas mas largas y, por lo tanto mas pesadas. La protección por medio de las armaduras. Estas consistían en un principio en una cota de malla que protegía desde el cuello hasta las rodillas, y constituían una parte muy costosa del equipo de combate que junto con el caballo consistían en las posesiones más valiosas del caballero. Cuando se iba a caballo la rapidez se tenia que compensar con el peso, es por eso que se tuvieron que criar caballos especialmente capacitados para soportar el peso e ímpetu que generaban las cargas de caballería. Cada vez fue creciendo el equipo de combate indispensable para el caballero por lo cual una sola persona era incapaz de transportar el equipaje, y surgieron los escuderos que asistían a los caballeros en al preparación y transporte de sus armas y armaduras. De esta manera el caballero que en un principio peleaba solo se convirtió en un equipo formado por media docena de hombres similar a la tripulación de un taque de guerra.

El manejo de esas armas y de los caballos en los combates no era cosa de aficionados; tampoco se podía encontrar tan fácil equipos tan costosos en la economía medieval, por lo cual los caballeros necesitaban una especie de “patrocinador” en este caso los señores feudales, es por eso que los caballeros estaban obligados a jurar lealtad a sus señores y a cambio de servir a los señores los caballeros recibían los privilegios, su manutención y financiamiento para su equipo tan costoso.

Fuente: Howard Michael, La guerra en la historia europea.

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